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sábado, 8 de abril de 2017

CARTAS A UNA MADRE: SÍSIFO


Hey ma,  escribo esto porque me siento obligado a ello. No sé si tú lo habrás sentido alguna vez, supongo que sí, ya tienes una edad mamá.
Más de una vez me has visto en la montaña rusa de las emociones. De como el pequeño ángel se ve envuelto en cúspides de ilusiones, y en lo más profundo de los vacíos. Siempre me has escuchado hablando sobre un nuevo tema: me has visto como profesor de antropología, como psicólogo aficionado, como entrenador personal... todo sin un título, sólo con la experiencia y lo estudiado por mi cuenta como aval.

Siempre he sentido que es necesario dar un paso más. Ahí mamá, residen gran parte de las curvas y loopings de esta enigmática atracción.
Nunca he sabido conformarme con algo, siempre aparecía algo nuevo, o no era suficiente.
"No lo necesitas" .
Tienes razón. La base de la montaña debe ser sencilla: Amor y respeto. ¡Pero que atractivas son las zonas altas! Ahí donde cada paso es un reto. Donde hundes tus botas en la nieve con tal de estar más cerca de lo que ansías.
Cuando ya la tienes ahí mamá, cuando casi puedes acariciar la cima con tus dedos y verla con tus propios ojos, no con los ojos de los sueños... Es el momento,mamá, cuando el mito entra en juego. La gran mole de piedra vuelve a bajar, con una fuerza y velocidad que deja todo lo logrado en pañales.

 Parece que los dioses se mofan de mí. Toca bajar. Bajar de nuevo a la base y coger una mole igual de grande y empujarla hacia la cima.
"Quieto, la base de la montaña es tranquila. En la base hay amor, y los prados son fértiles. En la base, donde es imposible morir de frío, lo hay todo para tener un vida buena. La base es el pilar de tu vida hijo, cuídala".
De nuevo volviendo a Grecia. Volviendo a las advertencias de Tetis a su hijo Aquiles. La gloria eterna o la vida larga y placentera. Pero mamá, yo no soy Aquiles. Estoy lejos del Olimpo y de toda fuerza del destino. No tengo mirmidones que me apoyen.

El castigo de Sísifo no está claro. Albert Camus consideraba a Sísifo personificando el absurdo de la vida humana, pero Camus concluye que «uno debe imaginar a Sísifo feliz», como «la lucha de sí mismo hacia las alturas es suficiente para llenar el corazón del hombre». Te equivocas, argelino. Sólo será feliz si consigue llegar a la cima, pero nunca podrá.
Mamá es esto ,¿verdad? Nunca seré feliz si sigo empujando piedras que se me caen. Nunca seré feliz si abarco rocas que se escurren entre mis manos, mientras te observo en la llanura del prado. Viviendo.
Otros siguen subiendo. Sudan, pero su esfuerzo se ve recompensado con la llegada a la cima. Los hay que se han quedado a medio camino, y han preferido quedarse ahí, en ese campamento base a mitad de la gloria y la vida plácida.

Aggg!!! má, la felicidad no es ser. Tu misma lo dices. La felicidad es estar. Igual que se puede estar contento, alegre,enfadado, se puede estar feliz. No puedo ser contento, o ser triste. Y para ello hay que propiciar esos momentos. Hacer que ocurran esos estados.
¿elevar la roca me hace estar feliz? Elevar la roca me forma, me hace sentir útil, me da algo en lo que trabajar..., pero se cae mamá, la roca pesa mucho para mí. ¿No valgo para esa roca?¿No me lo he tomado enserio? Y de nuevo, las desilusiones acuden a mí como fantasmas invisibles, pero que se sienten.

¿Debo seguir en la montaña? ¿Cuido la llanura? ¿Acaso no se pueden las dos cosas?
A tí te fue bien allí abajo, pero yo no soy como tú.
Ojalá supiera apreciar lo simple, conformarme con el camino establecido. Pero ya sabes que lo "normal" nunca me ha atraído.

No sé cuanto tiempo seguiré empujando rocas. Pero sí sé que volveré a la base, tras fracasar de nuevo, y espero que tu estés ahí abajo para seguir dándome apoyo.


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