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lunes, 12 de septiembre de 2016

SÉ TU MISMO Y HAZ LO QUE TE GUSTA, PORQUE CRÍTICAS HABRÁ SIEMPRE


Reflexiones que llenan la mente durante eternos momentos. Simples pensamientos que aparecen y desaparecen de tu psique en un flash. Sensaciones que te condicionan un día entero o simplemente lo que te dura una taza de café. De esto es lo que trata este blog, siempre desde una perspectiva muy personal, por lo que aquí menciono no lo implanto como una ley o un dogma, y es que en esta entrada reflexionaré sobre cómo la sociedad y sus individuos (yo, tú y cualquiera de por aquí) se presionan a sí mismos para ser y hacer de una determinada manera, pero después criticada (puede parecer un poco raro, pero con los ejemplos se comprenderán mejor).

Creo que la mejor forma en la que uno se expresa es siempre hablando desde el propio ejemplo. Tiempo atrás me di cuenta de que algo en mí no funcionaba. Una insatisfacción me acompañaba desde que me levantaba, hasta que el cansancio de todo el día me dormía.
Sí. No llevaba y todavía tampoco (aunque estamos mejorando) una vida que me llenase, que me hiciese ser el protagonista de mi vida.
¿Por qué? Bueno, puede haber muchas razones como el miedo, la intranquilidad, la procrastinación, la vagancia, etc. Hoy hablaré de una que no es personal: la presión de una sociedad ambigua.
Pues si el miedo y la procrastinación (postergar, dejar para luego para que entendáis) provienen de nosotros mismos y somos nosotros quien debemos acabar con ellos, la presión de la sociedad es un factor determinante a la hora de tomar decisiones y de crear nuestra propia identidad.

Supongo que las exigencias que rigen una sociedad como la nuestra, surgen de unos líderes de opinión y unas tradiciones que han regido la forma de ser, sentir, pensar y actuar de los individuos que han habitado en ellas. Lo importante aquí es si estas "normas" , que nos parecen impuestas desde que empezamos a mamar de nuestra madre, nos hacen bien.
¿Nos hacen felices estos caminos que nos marcan nuestra identidad? Desde lo más profundo de mi pensamiento saco una respuesta: un jodido y rotundo NO, vaya ni de coña.

A ver chico, por qué no crees que nos hagan felices. Bueno pues porque ni a mi , ni a ti que lees este tipo de blog ,te puede hacer feliz una sociedad que hagas lo que hagas no pararán de criticarte. Vamos a jugar a ser Dios y a gestar a un niño para crear un ejemplo:

Un rato bueno (o malo ), nueve meses, unas horas de dilatación, sudor, y dolor intensivo nos dan a un bebé sano y con ganas de leche de la buena. En este momento surgen las que dicen que las que dicen que dar leche materna es buena y las que dicen que no se le debe de dar el pecho salvo en ocasiones (el niño no se entera de nada, pero su madre está sufriendo esta discusión entre las abuelas) El médico les recomienda potitos y la farmaceútica que los vende dice que son un veneno; una dosis masiva de azúcar para un crío.
El crío crece, y ya con tres años sus padres les apuntan a una guardería donde el niño entra en una serie de juegos con otros críos, entrando así en el mundo social. Él, que se divierte tanto en aquel lugar donde puede hacer lo que quiera, es reprimido de jugar en cualquier otro lugar porque molesta.
Vamos a ser un poquito crueles, vamos a introducir una intolerancia al gluten y encima le hacemos diabético. El niño se lleva a clase unos frutos secos para la merienda, pero es insultado por sus compañeros porque no lleva "comida para niños", porque en la tele, después de los dibujos animados salen anuncios de bollería, refrescos, etc, que anuncian sus personajes preferidos. ¿Os imaginais a este chico en un cumpleaños? Si no come los gusanitos y la tarta es un bicho raro, pero si lo hace será regañado por sus padres por irresponsable. Madre mía.

La escuela primaria avanza y los chicos empiezan a jugar a un juego en el que se intenta meter un balón en tre unos postes. A él no le gusta, no disfruta haciéndolo. ¡Maricón! Aquella palabra cuyo significado desconoce le acompañará, decide jugar a ese juego que no disfruta, que le cansa y no le divierte. Su madre lo advierte y le dice que no puede ser un esclavo de los demás, que tiene que jugar a lo que él quiera.
Paremos un momento esta vida tan común. ¿Cómo va a ser este chico plenamente feliz? ¿Cómo va a construir su identidad de forma correcta conforme a sus ideales? Chico te toca crecer.
El chico empieza el instituto, ese lugar donde las hormonas se elevan y aparecen las parejas. Los chicos hablan de chicas y viceversa, pero coño chico te ha tocado, vas a ser homosexual (esto lo decido yo chico, no me lo tomes a mal pero no es a lo que tú eliges).  Nuestro hijo se encuentra ahora atraído por varios chicos a cada cual más hijoputa (pero claro, el amor adolescente es bonito y dulce, ¿verdad que sí Disney?, ah es verdad, en Disney la homosexualidad no existe). Esto sólo lo sabe su madre y su mejor amiga, una chica que le pone el ejemplo de otro compañero que salió del armario meses atrás y ahora las pasa putas en esa mierda de instituto al que le estoy haciendo ir.
Coño, ahora sí que está confundido, que le queda: vivir conforme a su identidad y adentrarse en un camino lleno de obstáculos , o vivir reprimido sin alcanzar nunca un verdadero amor satisfactorio. (bueno, hijo mío, piensa que si hubieses nacido en otro país, esa identidad tuya sería considerada como una enfermedad).
Cómo olvidarnos en que en esta etapa empieza una relación curiosa con el físico. Y aquí viene una contradicción de lo más curiosa. Este chico está expuesto a una publicidad masiva en la que se ve un prototipo de cuerpo ligado al éxito, a la felicidad. Sumadle más publicidad de comida basura dirigida a personas de su edad, que supuestamente también hace feliz (umm aquí hay algo que no funciona, bueno sí , a las empresas que se quedan con nuestro dinero a base de generarnos insatisfacciones).

Sales a las fiestas de aquellos que consideras amigos pero que critican tu forma de vestir, la cambias y como la moda ha cambiado, te vuelven a criticar. Vas a los locales dónde ponen música que no te gusta, pero va quien te gusta; a pesar de que tus verdaderos amigos dicen que disfrutes de tu tiempo de ocio en lo que realmente te gusta. Escribes historias que no publicas por miedo a las críticas de personas a las que nada importas... Todo esto te llena de frustración que pagas con los que realmente te quieren.

Chico te toca divertirte y disfrutar. Llega la facultad, la que se supone que va a ser la mejor etapa de tu vida. Conoces a gente más abierta, gente de todo tipo, pero elige bien hijo mío. ¿En que carrera decido meterte? ¿En la que te gusta o en la que es más fácil encontrar un puesto? Elige lo que te de la gana porque te van a criticar cualquiera decisión. En la primera quizás las pasas putas para llegar a fin de mes y, en la segunda, vivirás frustrado por trabajar en algo que no te gusta. Te puede ir bien en ese trabajo que no te gusta, pero creeme que no es bueno que te vaya bien en algo que no te gusta (acabas conformándote con lo que para ti es mierda de vida).

En fin, creces y me superas en edad. Encuentras una pareja y gracias que vives aquí , te casas y adoptas a una cría preciosa, llevándote mil y un insultos por parte de imbéciles. Y es que lo que te dice la sociedad es que haces bien dando una familia a esa chica, pero le estás jodiendo la vida porque no tiene madre (otra gran perla de este mundo).
Las contradicciones nunca te abandonarán, te compras una vivienda y te dicen que o es muy cara y estarás esclavizado, o es pequeña y mal situada. Que o haces una cosa como la hacen todos, porque si no eres un tipo raro, o eres un débil que sigue a la masa.
te haces viejo y ya no sales tanto porque la sociedad te dice que eso no es para viejos, pero te venden a abuelos pasándolo bomba en Benidorm. Te vas a una residencia porque no debes molestar a la familia y ser una carga, aunque también te presionan con cuidar de tu nieta y ayudar económicamente a los hijos.

Esto es solo un ejemplo muy, pero que muy, básico y plano de una vida. Pues una vida normal está llena de estas frustraciones que genera la sociedad. Y demos gracias a Dios de que vivimos en esta sociedad, porque llegamos a vivir en otros países o en otra época y no nos atreveríamos a hacer lo que realmente queremos, que es al fin y al cabo un modo de vivir, el que más bien nos hace.

Lo dicho, en resumen, es el título de este post. Bebés del mundo haced lo que os guste y caso omiso de esas perpetuas críticas que provienen de gente a las que nada le importáis, Cread vuestra propia identidad con vuestros propios valores (sólo tenéis una vida, no la malgastéis saboteando vuestra identidad).

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